21 Abr ¿Puedo acompañar a mi hijo adolescente a su terapia?
Muchos adolescentes acuden a terapia para sentirse mejor con ellos mismos y con sus emociones. ¡Es un gran paso y es un proceso normal! 🙌
Sin embargo, al tratarse de menores de edad, también es muy común que los padres o tutores tengan muchas dudas respecto a los cómos y qués del proceso psicoterapéutico, a la par de cuestionamientos sobre cuál será su papel dentro de la terapia y cómo deben actuar.
Las preguntas que muchos papás se hacen son: ¿Puedo acompañar a mi hijo a su terapia?, ¿tengo que acompañar a mi hijo a terapia?, ¿cómo sé si mi hijo necesita ir al psicólogo?
En este post responderemos estas y más dudas. Hablaremos de la terapia para adolescentes, de los tipos de terapia y de todo lo que ocurre en ella, para que estés preparado ante el proceso terapéutico y sepas cómo y dónde vas a intervenir como tutor. Además te ofreceremos herramientas y algunos consejos útiles para lograrlo. ¡Vamos!
índice de contenidos
Motivos para llevar a un adolescente al psicólogo
Empecemos con lo primero. ¿Qué es la terapia para adolescentes?
La terapia para adolescentes es un tipo de psicoterapia dirigida principalmente a jóvenes de entre 11 a 17 años, en la que -como en cualquier otra psicoterapia- se ofrecen herramientas y técnicas con el objetivo de que la persona pueda expresar sus vivencias, pensamientos y sentimientos y con ello resolver conflictos.
La terapia psicológica para adolescentes también puede ayudar al menor a construir los recursos emocionales para que pueda enfrentarse a los retos presentes y futuros.
La única gran diferencia con otros tipos de terapia es que la psicoterapia en adolescentes tiene el plus de ofrecer una guía a los padres del menor para conocer, entender y dar soporte emocional a sus hijos, así como para validar sus emociones y permitir que los menores se sientan acompañados en su proceso terapeútico.
Ahora, es bueno saber que los motivos por los cuáles un adolescente puede ir a terapia son muchísimos. Es importante insistir en este punto pues existen muchos tabúes al respecto, por ejemplo de papás que piensan que sólo los adolescentes “rebeldes” o con problemas de conducta son aquellos que deben buscar ayuda de un profesional. Esto es completamente falso.
Los terapeutas pueden ayudar a los adolescentes con sus emociones, vivencias y aprendizajes en áreas tan vastas como las siguientes:
🚀 Para atravesar momentos difíciles como:
-Problemas familiares, como un divorcio o la muerte de un familiar
-Problemas escolares
-Acoso o bullying
-Problemas de salud, cuando el niño presenta enfermedades complicadas
🚀Ayudar con sentimientos como:
-Tristeza y cambios de humor repentinos
-Enojos constantes
-Estrés y ansiedad por la escuela
-Baja autoestima
-Problemas de identidad
🚀Y en trastornos y afecciones específicas como:
-TDAH
-Depresión
-Ansiedad
-Trastornos alimenticios como anorexia o bulimia
-Autolesiones o cutting
En Astronauta Emocional contamos con psicoterapeutas especialistas en adolescentes 🧠 que pueden ayudar a tu hija o hijo a tratar estos y otros temas. Pregunta por nuestros paquetes y toda la información que necesites, en el siguiente botón.
Tipos de terapia para adolescentes
Otro punto importante a recordar es que existen distintos tipos de terapia para adolescentes.
Es normal que muchos padres se sientan confundidos y ansiosos ante las opciones de terapia que existen, pues una pregunta común que surge es ¿cómo escoger la terapia adecuada para mi hijo o hija?
Primero, queremos decirte que ni una terapia psicológica es mejor que otra. No hay una “definitiva” o una que sea “La terapia”. Existen enfoques que se adaptan mejor a las diferentes necesidades y personalidades de cada individuo.
En general, la Terapia Cognitivo Conductual, la Terapia Gestalt y la Terapia de Resolución de Problemas son las más comunes que pueden utilizarse para ayudar a los adolescentes, sin embargo, no son los únicos tipos, la clave es encontrar el match perfecto para tu hijo ¿Cómo?
Una opción es acercarte a centros psicológicos que te asesoren sobre las corrientes terapéuticas y la que podría ser la más adecuada para tu hijo o hija de acuerdo con las problemáticas que esté presentando. Uno de esos centros es Astronauta Emocional 👩🚀😉. Pregunta aquí
Una vez que tu hijo o hija esté en proceso terapéutico, es fundamental hacer un seguimiento sobre cómo se ha sentido con su psicólogo. Pregúntale cómo se siente con en sus sesiones y sus emociones.
Tener mucha comunicación con el terapeuta, también es muy importante, pues es quien al final será el que te ofrecerá recomendaciones sobre cómo acompañar a tu hijo o hija.
Ojo, tú como padre o madre también debes sentir el match con el terapeuta, pues trabajarán de la mano cuando así se requiera. 🤜🤛
Cómo funciona la terapia para adolescentes
Una duda frecuente en los padres es: ¿qué se hace en la terapia?, ¿es diferente la terapia para adolescentes que la terapia para adultos?
Como ya dijimos, la terapia para adolescentes se diferencia de la terapia para adultos en que en el proceso se ofrece una guía a los padres del menor para que ellos puedan conocer, entender y dar soporte emocional a sus hijos, así como para validar sus emociones y permitir que los menores se sientan acompañados.
Por esta razón existen algunos momentos de la terapia en los cuales los padres o tutores estarán presentes en la terapia. Por ejemplo, en la primera sesión.
Usualmente en el primer encuentro participan los menores, los padres y el terapeuta, pues se trata de un momento para conocerse y platicar sobre los motivos de la consulta. El terapeuta hará preguntas y escuchará las respuestas con el objetivo de entender el problema, así como señalar el camino a seguir.
En las visitas posteriores ya no será necesaria la presencia del padre o tutor a menos que el psicólogo lo indique, pues se busca crear un espacio donde el adolescente se sienta seguro y libre de expresar sus emociones y pensamientos, y generalmente esto ocurre cuando el adolescente está solo sin sentir la presión de que sus padres puedan juzgarlo.
Esto quiere decir que ¿después de la primera sesión ya no voy a acompañar a mi hijo a las sesiones de terapia?
No lo sabemos, esto dependerá del proceso por el que atraviese tu hijo y las indicaciones del psicólogo.
Es común que en algunas sesiones, el terapeuta requiera la presencia del padre o la madre, en ese caso habrá un acompañamiento para todos y se establecerá el objetivo del ejercicio.
El punto que por ahora debe quedar claro es que en la terapia habrá momentos donde sí estén los padres, pero otros en los que no. Eso dependerá de las necesidades del proceso terapéutico.
Así que tanto los padres como el adolescente deben respetar los tiempos establecidos por el terapeuta.
Cómo acompañar a mi hijo en su terapia
Como leíste en el apartado anterior, no siempre es posible o necesario estar presente en la terapia de tu hijo adolescente. Sin embargo, hay otros momentos y actividades en las que sí puedes participar y de hecho tu actuar será clave.
Responsabilidad con el proceso
Dado que los procesos psicoterapéuticos requieren tiempo, es vital que tu hijo y tú eviten faltar a las sesiones. Para que ello no ocurra, el compromiso de los padres es esencial pues son ellos quienes pueden establecer como rutina las sesiones de terapia.
Si las terapias psicológicas son presenciales, los padres pueden facilitar el traslado o en su caso monitorear su asistencia. Por otro lado, si las terapias psicológicas son online, también pueden supervisar que el adolescente tenga el equipo o dispositivo adecuado, se conecte a tiempo y brindarle un espacio cómodo y a solas para su sesión.
Recuerda que los padres tienen una gran influencia en sus hijos, por eso si los tutores apartan el espacio y le dan prioridad, será mucho más fácil para los adolescentes normalizar su asistencia.
La psicoterapia generalmente requiere múltiples visitas, no se trata de una solución mágica e instantánea donde se observen los cambios tras la primera sesión. Es un proceso de mucha paciencia.
Pedir consejos al terapeuta
Como dijimos líneas arriba, el terapueta podrá ofrecer herramientas a los padres y madres de los adolescentes no sólo para entender lo que su hijo está trabajando en terapia, sino para reforzarlo en casa.
Aquí debe quedar claro que el terapeuta no es amigo del papá o la mamá. Tampoco se debe esperar que el psicólogo cuente lo que el adolescente le ha revelado en sesión. Eso va en contra de cualquier ética de los profesionales de la salud mental.
Lo que sí está permitido es que los padres le pidan consejos al terapeuta para aprender a resolver o acompañar situaciones que se disparan en la intimidad del hogar.
Normalizar hablar de emociones
Una herramienta que seguro aprenderá tu hijo en terapia, y que le ayudará muchísimo también en su vida adulta, es hablar de sus emociones. Los padres y madres de familia pueden llevar esta herramienta a la convivencia diaria.
Pregúntale a tu hijo cómo se siente y escúchalo sin juzgar o interrumpir. Este simple acto puede mejorar la comunicación en la familia y principalmente hará que tu hijo se sienta escuchado y amado.
En el mismo sentido, se puede poner en práctica el cuidar las palabras que usa la familia para referirse a las emociones. ¡Cuida las etiquetas! No hay emociones “buenas” o “malas”. Implementa en la casa una práctica en la que se permita sentir cualquier emoción.
Respeta la comunicación de tu hijo
Sabemos que seguramente sientes mucha curiosidad respecto a todo lo que tu hijo o hija adolescente platicará en sesión. Por más que quieras enterarte, es importante que respetes el límite de comunicación que tu menor establezca cuando le hagas preguntas.
Es decir, no lo abrumes con muchas interrogantes. Si él o ella no quiere hablar del tema, no insistas. Hostigarlos con querer saber, puede ser contraproducente para su relación.
También puedes pedir orientación al terapeuta, sobre este asunto.
En resumen, la participación de los padres desde el principio del proceso terapéutico es esencial, pues son ellos quienes juegan un papel muy importante a la hora de resolver las conductas problemáticas de los hijos.
Si bien, hay momentos en los cuales su intervención será necesaria en la sesión, habrá otros en los que no. Respetar estos tiempos podrá ayudar a tu hija o hijo a dar grandes pasos.
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Oompa Loompa que gusta de contar historias. Mexicanísima. Siempre aprendiz. Bicicletera.