Más allá de la escuela psicológica, creo que cada persona tiene el potencial de crear, autoconocerse y ser resiliente ante las dificultades, siendo el servicio de psicoterapia el espacio ideal para descubrir estos recursos. Creo que mi papel como psicólogo más que ser un experto es escuchar, acompañar y guiar a la otra persona en su propio proceso en un espacio basado en la equidad, ética y respeto.